La música en esta crónica se queda en segundo plano. Hoy voy a hablar de carisma y de sensualidad. La sensualidad del que, sabiéndose seductor, elige ser generoso y utiliza su poder para congregar a muchos y hacer que juntos pasen un gran rato. Carisma como el de quienes son capaces de conectar con lo más profundo de nuestras emociones sin esfuerzo aparente, a la vez que se muestran como seres emocionalmente inquebrantables.
Quien es sensual y carismático en uno posee la capacidad de manipular el espacio/tiempo de tal manera que durante un rato nos abstraigamos de la realidad y perdamos la noción de donde estamos y cuando estamos siendo. En ese estado somos todo disfrute y atención. Luego está la responsabilidad. El que hace las cosas como Dios manda provoca lo que provocaba Cary Grant; todas las mujeres querían estar con él, y todos los hombres querían ser como él. Ya nos cuenta Harari Yuval Noa como los chimpancés alfa que consiguen las manadas más numerosas, estables y funcionales son aquellos que mejor socializan y ponen a otros machos de su parte, no los que tiranizan. Si quieren presenciar una master-class de cómo usar este don para crear los mejores resultados posibles, no pierdan la oportunidad de ir a ver a Pez Mago en cualquiera de sus formatos.
Por favor no me entiendan mal; la calidad de la música que compone Lucas y la de sus directos es incuestionable. Sus canciones son maravillosas. Si no lo fueran la ecuación sensualidad+carisma no funcionaría. La sensación es la de estar viendo algo único. Nadie hace lo que Pez Mago hace. Ha creado un producto que es suyo y no reproducible por otros, lo que hace que sea ese tanto más atractivo. Su show es todo un viaje. Sientes de todo, te ríes, te dan ganas de abrazar al de al lado, de cantar con él. Aunque no se juntan con frecuencia en esta formación, la gran química que tienen Lucas (voz principal y guitarra), Jaime Pedrero (percusión y voz) y Diego Montoto (guitarra y voz) encima del escenario hace que, lo que se supone que no es más que una consecución de canciones, se convierta en un show.
Por el Comercial en los últimos meses han pasado algunos de los artistas más grandes del panorama nacional e internacional y nunca oí a un público pedir un bis con tanta entrega… no querían que su viaje acabase. Cuando creíamos que el trío no podía dar más de sí, decidieron cerrar la noche cantando en canon aquello de -”Eres, eres, eres… como una isla, como una isla, como una isla”-… espectacular. ¿Quieren ustedes poner la piel de su audiencia de gallina? Compongan un buen canon.
Texto: Rafael Noriega Muñoz
Foto: David Prida ( Django Desencadenado)