Noche caliente como puchero de barro sobre brasas, cocido a tres vuelcos con aroma a soul, sala perfecta y una gran banda llamada The Groove Family: Carlo Groove, Miquel Ferrer, Jay Rivera, Gabri Casanova, Santi Sweetfingers y la colaboración de Mayka Edjó y Nata Estévez al saxo.
Una suerte recibir notas hechas con el alma de un grupo de músicos que además de ser amigos, saben lo que buscan, saben lo que quieren tocar y lo más importante, están deseosos de ocupar el puesto que se merecen en el panorama de música negra actual.
Las referencias a muchas bandas que han sido etiquetadas con palabras como soul, funk, Groove, están presentes en su música, pero ellos saben darle una vuelta de tuerca que permite asfixiar los lugares comunes a base de tripa de la buena, sudor del salado y un dulce oculto dentro del corazón y en los bajos de su organismo.
Una fiesta que sonó muy vibrante, a falta de detalles y flecos que les acaben dando la excelencia, pero en un camino muy bien trazado después de haber sorteado varios baches encontrados en el camino.
Un setlist lleno de temazos, que en manos de estos jefazos se transforman y dan un nuevo aire a nuestros oídos exquisitos.
“Zambezi”, “Beats goes on”, “Ain´t it a sin”, “A message from the meters”, “Express Yourself”, “Talkin Loud”, “Zigaboo”, “Its Alright”y “Lets gets started”( Integrantes de su single lanzado en formato de coleccionista en vinilo), “Can´t get enough”, “Livin´on”, “Lets Stay Together”, “Cramp your style”, “North Carolina”y “I Got The feelin´” ocuparon las casi dos horas de concierto- con doble homenaje a Charles Bradley– en una sala Clamores con un público involucrado que no paró de mover el culo hasta que no sonó el ultimo acorde.
Con ganas de más.
Texto: David Prida (Django Desencadenado).
Fotos: David Prida (Django Desencadenado).