Freedonia. La Riviera

Noche de música con mayúsculas y objetivos logrados en el concierto que la súper banda Freedonia dio en una sala la Riviera que colgó el cartel de Sold Out, y no un cartel cualquiera sino uno impregnado de sudor, sangre y etiqueta dorada.

Mucho ojo, porque la trayectoria de esta banda no tiene desperdicio, la gente que ha creído en ellos desde el principio, pudo vivir un objetivo logrado, ver como una de las salas reinas explotaba al ritmo de una ópera musical con nombres y apellidos y una protagonista llamada Maika Sitté que fue dura, seca, brutal en la ejecución y se vació por dentro y por fuera dejando un rastro de humo sobre la tarima del escenario.

Un show estudiado al milímetro, sin dejar ni un resquicio, ni una raja por donde pudiera entrar el aire, toda grieta fue tapada por notas que volaban en el ambiente, compenetración y disfrute al cien por cien, los señores Fran Panadero, Alex Fernández, Israel Carmona, Angel pastor, Israel Checa, Roberto García, David Pérez y Antonio García son como una ecuación matemática bañada en Soul con solución de número exacto, sin comas ni cifras infinitas, solamente la respuesta en una hoja en blanco pintada a carboncillo; ni trampa ni cartón, solo el líquido que llena el vaso o el humo que pasa por un tubo trasparente.

En el último trabajo de Freedonia hay de todo, música clásica, comics, cine de culto, videojuegos, reivindicación, luces y sombras, distribución en capítulos y así se plasmó en el concierto, un guión lleno de piezas donde entraron “Beggin You” potentísimas las teclas de Roberto, y temas del soberbio Dignity and Freedom “Shake Your Body”, “Dignity and Freedom”, “The time has gone” -con fogonazo de luz blanca cegador sobre la voz rota de Maika-,  y una harmónica íntima y sureña de Angel para esa entradilla de “Its gonna be fine” .

Un repaso a ese LP llamado Shenobi de portada para enmarcar donde esa chica  de rostro pétreo y concentrado atraviesa la ventana de un edificio como un ángel vengador , donde entraron “Origen”, “Re-Evolution”,“My World”, “Nekope”,“The Last Answer”,“Running to nowhere”, “Hope and Dreams” y“No one can be left behind”.

No es sencillo lograr lo que ellos logran, no es fácil cantar en inglés en un país donde predomina la música en castellano, y menos hacerlo interpretando melodías de música negra, soul, esencias africanas; tampoco es sencillo congregar a más de mil personas en un recinto cerrado, que todos bailen, suden y se mimeticen con la banda, el puño en alto y todos unidos a la resistencia que dice que hay que seguir la pasión, luchar para defender lo que es nuestro, no tener miedo y mirar siempre de frente, y si la ópera termina en tragedia levantarse, limpiarse las heridas, poner sal y seguir caminando, que el giradiscos no pare de sonar, que el hermanamiento nunca se disuelva.

Después de esa noche de gloria donde Freedonia elevó Madrid al cielo, habrá un antes y un después para esta banda, ya eran serios, ya eran buenos, pero a partir de ahora su futuro solo puede ir hacia la excelencia, esa categoría que han logrado con humildad, ideas y mucho músculo.

Ellos son música y nosotros solo podemos arrodillarnos y dar las gracias.

Espectacular.

Texto: David Prida (Django Desencadenado)

Fotos: David Prida (Django Desencadenado)