Vinila Von Bismark. Cool Stage

Cuando la saturación llega a tu cuerpo y se extiende por todas sus partes hasta llegar al cerebro y ponerlo en un estado mantequilloso al borde del colapso musical más absoluto, sabes que ha llegado el momento de hacer click en el interruptor y apagar el sistema durante un tiempo.

La pregunta es ¿Cómo efectuar ese enfriado de mente, hibernación o simplemente reseteo? Las maneras son varias, por ejemplo dejar de oír música durante un buen tiempo para desengrasar, seleccionar mucho la música que escuchas, pasando por el chino lo que te apetece para que entre suavecito y sin casi raspar la garganta y la última es la del Kamikaze musical más suicida que pueda existir. Y aquí empieza mi crónica de lo que fue ir al concierto que Vinila Von Bismark dio en la sala Cool Stage de Madrid.

Por una pura casualidad y con ciertas dudas me deje caer en el show de “Motel Llamado Mentira”, la lluvia caía sobre el asfalto y el cielo estaba gris, llegada con retraso lo que hizo perderme el Warm-up de los Guacamayo DJ´s bajada de escaleras de caracol muy míticas de la sala y apertura de puerta que no solo hizo que mis orejas se pusieran puntiagudas como las de un gnomo sino que mis pupilas se dilataron ante un escenario lleno de color, de vida, con unos visuales impresionantes. El motivo de que mis orejas se pusieran así de locas estaba encima de las tablas, porque la banda que llevaba Vinila estaba formada por unos auténticos salvajes de esto llamado música. Rodrigo Ulises Díaz(niño) a la batería, Gabri Casanova a las teclas, Pablo Sanpa a la guitarra y Javi Geras al bajo y ruiditos varios, banda top para rodear a la que posiblemente sea una de las figuras con más presencia, carisma y estilo sobre los escenarios Españoles.

Irene alias “Vinila” es algo de otro mundo, su vestuario es elegante a la par que bizarro, folclórico a la vez que moderno, da miedo y desprende ternura y buena onda, sabe cómo modular el show, cuando acelerar, cuando frenar, dominadora de los tiempos y creadora de una compenetración brutal con su banda.

Un escenario lleno de máscaras demoniacas, y un atrezo impecable que estuvo en todo momento acompañado por unos estupendos visuales que abrigaron el concierto como el que siente frio y se envuelve en una manta en su sofá quedándose confortable y en la gloria.

La cosa no quedaba ahí, el sonido aparte de estar impecable navegaba por lo que es la personalidad de Vinila, en momentos se podía oír rock, funk, electricidad como de repente escuchar ritmos latinos, caribeños, árabes y folclóricos, copla y rumba, un auténtico saco de world music. No me cansé de decir- ¡Esto sí!- Durante todo el concierto, la gente me miraba con cara rara como diciendo ¿Qué le pasa a este chaval?, pero es que la solución del Kamikaze había resultado altamente efectiva, y lo que podría haber sido caer en un pozo más profundo se convirtió en una vuelta a la fe por todo lo alto. Con esa manera de hacer música, de dar espectáculo, de remover las tripas, mover los pies y dejar el cuerpo sudado, cualquier persona que tenga el oído en el culo estoy seguro que diría ¿Qué es esto? –Mola- Y la palabra es –MOLA-. Impagables las camisas de los músicos, mezcla de rumbero con purpurina de gogo, unas colaboraciones de puro lujo, tuvimos el placer de escuchar a LaMari de CHAMBAO, con una ilusión y buen rollo que no le cabía en el cuerpo, Víctor Iniesta dejó grabado en la Cool su prodigioso arte a la guitarra, sabe darle vida, ponerla a bailar con solo diez dedos y seis cuerdas, Víctor Massán se marcó un dueto de amistad y sonrisa en la cara y como colofón y guinda al pastel musical unos pedazo de cracks llamados Los Saxos del Averno ( Luis Verde, Ariel Bringuez y sustituyendo al fenómeno Daniel Niño el no menos fenómeno Dani Herrero alias “La bestia saxual”) dando ese puntito que solo ellos saben darle a un bolo.

Repaso a su anterior álbum “A place with no name” donde dispararon a quemarropa: “Snake”, “Feel like a man”, “Ali Baba”, “I´ve got my eyes on you” y “Electrify”. Pero la noche era para ese “Motel llamado Mentira” disco para enmarcar con portada de órdago, nombre de novela underground y mezcla musical que te lleva en un viaje que va más allá de lo musical, te hace navegar en aguas llenas de peligros y aventuras.

“Fuego”, “Motel llamado mentira”, “Solo para mí”, “Quiero decirte al oído”,” “Vinila Masagua”, “Ven y atrévete”, “El niño del velero” y “ Luna Lunera” sonaron para hacernos bailar, fotografiar, beber y sonreír como si ese momento fuera el ultimo de nuestras vidas.

No faltaron los homenajes a dos grandes divas de la música con la interpretación de “La llorona” y “Pena, Penita, Pena”, y es que Vinila no reniega de nuestras raíces, tiene muy presente nuestra cultura popular y respeta a los que nos han hecho amar la música, así se entienden muchas cosas, así sabemos porque ella es lo que es y gracias a su arte el que escribe estas líneas se fue a la calle diciendo ¡Viva la música!

Impresionante se mire por donde se mire, me quito el sombrero y hago una pirueta para celebrar conciertos como este.

Texto: David Prida (Django Desencadenado)

Fotos: David Prida (Django Desencadenado)